= Yo en Dios ↔ Dios en Yo =
Mensajero: - Jah aguardaba el regreso de uno de sus cuatro guardianes del universo cósmico la tarde del día del fuego en el corazón del desierto Gen Ruah, donde la vieja choza a la que lo envió con el mensaje para advertir a Lucifer de enmendarse del camino de perdición ó perecer en la aniquilación de los infieles se veía como la última vez que había estado allí.
En el jubilo del reto de una carrera inspirada a los brazos de Dios, su amigo se adelantaba 1 km esperándolo recargado en la puerta de la choza para la gran charla del “Ser Perfecto”, donde se entregaría pronto en las manos del guardián Jakob “La Espada de la Verdad” para la batalla final contra la rebelión en la Tierra.
Acontecía en aquel día que sin luz clara ni oscura en la morada entre los cielos y el infierno, entusiasmado por su llegada, por compartir ese momento inefable, contaba a Jah como habían realizado ese viaje juntos desde millares de kilómetros al más cercano y más esplendido oasis del planeta para entablar la charla en su Presencia y en el hálito de su primera creación.
Jah sonreía, y Jakob llegaba al fin.
En un desierto del planeta Tierra un hombre converso con Dios, y con lágrimas de amor en los ojos recibía los pasos de su esforzado y valiente compañero de camino sempiterno...
Amigo: - (Feliz). Suspiraba porque ya estuvieras aquí como el mas pretendido sueño, y compartir contigo este momento de inigualable felicidad.
Trotamundos: - ¡Gracias amigo!
(Y en un sollozo…) Uffh te me adelantaste un poco…
Amigo: - ¿Un poco? (Ríe efusivamente).
Sabes al esperarte me he dado cuenta de quien eres, porque ahora estamos sin espacio entre tú y yo.
Trotamundos: - Sin embargo tú eres tú, y yo soy yo, y aún así sigo amándome y amándote al aceptar las diferencias entre quien eres tú y quien soy yo.
Mensajero: - Jah aguardaba el regreso de uno de sus cuatro guardianes del universo cósmico la tarde del día del fuego en el corazón del desierto Gen Ruah, donde la vieja choza a la que lo envió con el mensaje para advertir a Lucifer de enmendarse del camino de perdición ó perecer en la aniquilación de los infieles se veía como la última vez que había estado allí.
En el jubilo del reto de una carrera inspirada a los brazos de Dios, su amigo se adelantaba 1 km esperándolo recargado en la puerta de la choza para la gran charla del “Ser Perfecto”, donde se entregaría pronto en las manos del guardián Jakob “La Espada de la Verdad” para la batalla final contra la rebelión en la Tierra.
Acontecía en aquel día que sin luz clara ni oscura en la morada entre los cielos y el infierno, entusiasmado por su llegada, por compartir ese momento inefable, contaba a Jah como habían realizado ese viaje juntos desde millares de kilómetros al más cercano y más esplendido oasis del planeta para entablar la charla en su Presencia y en el hálito de su primera creación.
Jah sonreía, y Jakob llegaba al fin.
En un desierto del planeta Tierra un hombre converso con Dios, y con lágrimas de amor en los ojos recibía los pasos de su esforzado y valiente compañero de camino sempiterno...
Amigo: - (Feliz). Suspiraba porque ya estuvieras aquí como el mas pretendido sueño, y compartir contigo este momento de inigualable felicidad.
Trotamundos: - ¡Gracias amigo!
(Y en un sollozo…) Uffh te me adelantaste un poco…
Amigo: - ¿Un poco? (Ríe efusivamente).
Sabes al esperarte me he dado cuenta de quien eres, porque ahora estamos sin espacio entre tú y yo.
Trotamundos: - Sin embargo tú eres tú, y yo soy yo, y aún así sigo amándome y amándote al aceptar las diferencias entre quien eres tú y quien soy yo.
Amigo: - Habernos encontrado aquí y ahora ha sido maravilloso…
Trotamundos: - Amigo, tú eres tú, y yo soy yo: humano muy humano, encaradamente humano hasta el tuétano de los huesos. Claro que es maravilloso haber esperado conocer tus pasos por este mundo y que tú hayas esperado conocer los míos, logrando entender que para hacerlo la solución es permanecer fieles el uno al lado del otro hasta llegar a la meta.
Amo esta verdad: me agrada estar viviendo lo que hacemos, y recibir el tiempo necesario para hacerlo lo mejor posible.
Amigo: - Ni lo dudes. (Ríe abiertamente).
Trotamundos: - ¡Ah! (Se une a la risa de su amigo).
Amigo: - Insisto, ¿cuál es el mundo en el que habitas? Para mí ahora, tú eres yo, y yo soy tú.
Trotamundos: - El mundo en el que hábito, es el universo de nuestro Señor (Señala con su mano derecha los rededores… y luego haciéndolo con ambas manos hacia si mismo.), y yo soy uno de sus espíritus vagando y creciendo en su camino abierto al amor puro comprendido por la fe.
Creo como tú, que apreciar este descanso juntos ha sido lo mejor del día, y que en eso no hay brecha entre los dos. Sí yo soy tú, y tú eres yo amigo, ambos hemos llegado a la meta a tiempo, ambos hemos apreciado la venida de la Luz al atardecer, y ambos hemos compartido los Ojos de Dios.
Amigo: - (Curioseando en la percepción como otro). ¿¡Quién soy yo!?
Trotamundos: - Yo soy el que habita entre las dimensiones del mundo. El mediador entre el cuerpo y el ambiente etéreo, entre los vacios y las reglas de los frutos que los llenaran plenamente. El equilibrio entre el instinto innato y el valor adquirido.
Amigo: - ¿Yo realmente logro equilibrar las dimensiones del mundo?
Trotamundos: - Yo idealmente anhelo hacerlo, pero yo posiblemente me vea sumergido en las opciones que se me presentan en las dimensiones material, social y espiritual antes de poder equilibrarlas.
Materialmente si tengo los medios físicos para alimentarme y reproducirme; y entre estos la belleza corporal, dinero, vestimenta, autos y bienes raíces. Socialmente sí me conozco a mi mismo, y a través de las impresiones que muestro a los demás logro entregarles el mensaje de quien soy; de tal manera que también pueda llegar a conocerlos y logren regresarme una opinión tan favorable que den a mi vida su respeto, confianza, afecto, amistad y familiaridad. Espiritualmente si cuento con una voluntad libre para cumplir espontáneamente mis aspiraciones intelectuales, morales, eh imaginativas.
Amigo: - ¿Yo soy mi expresión ideal de equilibrio llegando a hacerse mi expresión real en la medida en que pienso, siento, digo y me hago coherentemente con las posibilidades en las dimensiones del mundo?
Trotamundos: - Amigo, tú eres tú, y yo soy yo: humano muy humano, encaradamente humano hasta el tuétano de los huesos. Claro que es maravilloso haber esperado conocer tus pasos por este mundo y que tú hayas esperado conocer los míos, logrando entender que para hacerlo la solución es permanecer fieles el uno al lado del otro hasta llegar a la meta.
Amo esta verdad: me agrada estar viviendo lo que hacemos, y recibir el tiempo necesario para hacerlo lo mejor posible.
Amigo: - Ni lo dudes. (Ríe abiertamente).
Trotamundos: - ¡Ah! (Se une a la risa de su amigo).
Amigo: - Insisto, ¿cuál es el mundo en el que habitas? Para mí ahora, tú eres yo, y yo soy tú.
Trotamundos: - El mundo en el que hábito, es el universo de nuestro Señor (Señala con su mano derecha los rededores… y luego haciéndolo con ambas manos hacia si mismo.), y yo soy uno de sus espíritus vagando y creciendo en su camino abierto al amor puro comprendido por la fe.
Creo como tú, que apreciar este descanso juntos ha sido lo mejor del día, y que en eso no hay brecha entre los dos. Sí yo soy tú, y tú eres yo amigo, ambos hemos llegado a la meta a tiempo, ambos hemos apreciado la venida de la Luz al atardecer, y ambos hemos compartido los Ojos de Dios.
Amigo: - (Curioseando en la percepción como otro). ¿¡Quién soy yo!?
Trotamundos: - Yo soy el que habita entre las dimensiones del mundo. El mediador entre el cuerpo y el ambiente etéreo, entre los vacios y las reglas de los frutos que los llenaran plenamente. El equilibrio entre el instinto innato y el valor adquirido.
Amigo: - ¿Yo realmente logro equilibrar las dimensiones del mundo?
Trotamundos: - Yo idealmente anhelo hacerlo, pero yo posiblemente me vea sumergido en las opciones que se me presentan en las dimensiones material, social y espiritual antes de poder equilibrarlas.
Materialmente si tengo los medios físicos para alimentarme y reproducirme; y entre estos la belleza corporal, dinero, vestimenta, autos y bienes raíces. Socialmente sí me conozco a mi mismo, y a través de las impresiones que muestro a los demás logro entregarles el mensaje de quien soy; de tal manera que también pueda llegar a conocerlos y logren regresarme una opinión tan favorable que den a mi vida su respeto, confianza, afecto, amistad y familiaridad. Espiritualmente si cuento con una voluntad libre para cumplir espontáneamente mis aspiraciones intelectuales, morales, eh imaginativas.
Amigo: - ¿Yo soy mi expresión ideal de equilibrio llegando a hacerse mi expresión real en la medida en que pienso, siento, digo y me hago coherentemente con las posibilidades en las dimensiones del mundo?
Trotamundos: - Yo soy yo, y en tanto dejo los disfraces incoherentes motivados por la carencia a un lado y me enfrento auténticamente a la realidad de mi presente y a mis posibilidades hacia el futuro próximo, mi expresión es la ideal.
Amigo: - ¿Pero como ayudarme a dejar los disfraces incoherentes motivados por la carencia a un lado, cuando se vuelven tan determinantes?
Trotamundos: - Siempre hay un haz de libertad en cualquier circunstancia; y en el camino escuche decir que si tratamos a un ser conforme a su falso disfraz, facilitaremos que exprese incluso otro peor. Sí en cambio lo tratamos conforme a sus posibilidades para llegar a ser el mismo, entonces facilitaremos que exprese aquel disfraz que debería expresar…
Amigo: - Sí mi deber es hacer lo que puedo hacer conforme a mis realidades dimensionales: ¿llegare a ser quien soy, llegare a ser yo?
Trotamundos: - Yo llegaré hacer mi disfraz mas coherente con la potencia real de mi esencia en sus circunstancias.
Amigo: - ¿Yo soy mi disfraz?
Trotamundos: - El disfraz no soy yo, es una ilusión de mi, es lo irreal. Yo en cambio soy lo real, lo indecible, pues aun las palabras mas ajustadas son siempre una ilusión de mi realidad.
Amigo: - De allí que la palabra equilibrio se niegue como la definición exacta de mi ser.
Trotamundos: - De allí que yo sea inmutable como esencia, pero como existencia transforme mi disfraz en el potencial del devenir de mis actos según los significados que representen en mi interacción situacional. Es decir, yo soy la esencia de la existencia y la existencia es el disfraz de mi esencia; la proyección de una imagen en formación continúa como mi identidad propia para el mundo.
Amigo: - ¿Yo soy yo cuando niego mi disfraz?
Trotamundos: - Tú eres tú... Quiero decirte que a mas de negar lo posible únicamente en Dios, eres autentico cuando tú disfraz es coherente con la potencia circunstancial de tu esencia.
Cuando tus elecciones se realizan congruentemente en la plenitud del potencial permitido para tu esencia en cada dimensión del mundo manifestando la realidad acerca de tu ser, el disfraz deja de engañar y se vuelve un reflejo nítido e inherente de ti mismo: una definición objetiva…
Amigo: - ¿Eso es el ser perfecto?
Trotamundos: - No. El “ser perfecto” es el ser inacabado trascendiendo al Ser Absoluto.
Amigo: - Luz ilumina mi vida, estoy comprendiendo el sentido de todas estas charlas. En un ser único he irrepetible, pero finito y limitado en la realización de sus experiencias en el universo, la perfección es únicamente alcanzable mediante la unión con Dios por fe: llegar a ser uno mismo se logra con el que existe por si mismo, con el que es lo que Él es, y por lo tanto, el eterno e infinito Yo soy.
Trotamundos: - Amen: ahora siento que yo soy tú… (Extiende su mano hacia la de él, y trayéndola con fuerza sobre su pecho lo saluda a abrazos abiertos en una risa compartida.)
Mensajero: - Había comenzado como vagabundo, pero término por trotar a través del camino hacía objetivos claros que motivaban cada uno de sus pasos.
Ese día llegaba a ser Él Único con Jah…
Amigo: - ¿Pero como ayudarme a dejar los disfraces incoherentes motivados por la carencia a un lado, cuando se vuelven tan determinantes?
Trotamundos: - Siempre hay un haz de libertad en cualquier circunstancia; y en el camino escuche decir que si tratamos a un ser conforme a su falso disfraz, facilitaremos que exprese incluso otro peor. Sí en cambio lo tratamos conforme a sus posibilidades para llegar a ser el mismo, entonces facilitaremos que exprese aquel disfraz que debería expresar…
Amigo: - Sí mi deber es hacer lo que puedo hacer conforme a mis realidades dimensionales: ¿llegare a ser quien soy, llegare a ser yo?
Trotamundos: - Yo llegaré hacer mi disfraz mas coherente con la potencia real de mi esencia en sus circunstancias.
Amigo: - ¿Yo soy mi disfraz?
Trotamundos: - El disfraz no soy yo, es una ilusión de mi, es lo irreal. Yo en cambio soy lo real, lo indecible, pues aun las palabras mas ajustadas son siempre una ilusión de mi realidad.
Amigo: - De allí que la palabra equilibrio se niegue como la definición exacta de mi ser.
Trotamundos: - De allí que yo sea inmutable como esencia, pero como existencia transforme mi disfraz en el potencial del devenir de mis actos según los significados que representen en mi interacción situacional. Es decir, yo soy la esencia de la existencia y la existencia es el disfraz de mi esencia; la proyección de una imagen en formación continúa como mi identidad propia para el mundo.
Amigo: - ¿Yo soy yo cuando niego mi disfraz?
Trotamundos: - Tú eres tú... Quiero decirte que a mas de negar lo posible únicamente en Dios, eres autentico cuando tú disfraz es coherente con la potencia circunstancial de tu esencia.
Cuando tus elecciones se realizan congruentemente en la plenitud del potencial permitido para tu esencia en cada dimensión del mundo manifestando la realidad acerca de tu ser, el disfraz deja de engañar y se vuelve un reflejo nítido e inherente de ti mismo: una definición objetiva…
Amigo: - ¿Eso es el ser perfecto?
Trotamundos: - No. El “ser perfecto” es el ser inacabado trascendiendo al Ser Absoluto.
Amigo: - Luz ilumina mi vida, estoy comprendiendo el sentido de todas estas charlas. En un ser único he irrepetible, pero finito y limitado en la realización de sus experiencias en el universo, la perfección es únicamente alcanzable mediante la unión con Dios por fe: llegar a ser uno mismo se logra con el que existe por si mismo, con el que es lo que Él es, y por lo tanto, el eterno e infinito Yo soy.
Trotamundos: - Amen: ahora siento que yo soy tú… (Extiende su mano hacia la de él, y trayéndola con fuerza sobre su pecho lo saluda a abrazos abiertos en una risa compartida.)
Mensajero: - Había comenzado como vagabundo, pero término por trotar a través del camino hacía objetivos claros que motivaban cada uno de sus pasos.
Ese día llegaba a ser Él Único con Jah…
Reservados Todos los Derechos al Autor: Gustavo Alonso Briones Zavala.Nótese: Estoy buscando editorial atrevida que quiera invertir recursos en la impresión del libro: un tiraje digno en tierra fértil...
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